Señora del perpetuo socorro.
Sólo el Espíritu Santo nos socorre.
Estrella del pueblo peregrino.
El único y suficiente guiador del pueblo del Padre
es el Espíritu de amor.
María auxiliadora.
El único y suficiente auxilio
es Dios Espíritu Santo, obvio.
María ayuda.
El cien por ciento de toda ayuda proviene
del Espíritu de vida, siempre.
María nos consuela.
El único y suficiente consolador del alma
es el Espíritu de Yavé.
María, estrella de la nueva evangelización.
El único y suficiente sustentador y protagonista
de toda evangelización es el Espíritu Santo.
María nos lleva de la mano a Jesús.
El único que nos lleva de la mano al Nazareno
sin ninguna necesidad de edecán o comitiva,
es el Dios Todopoderoso Espíritu Santo, irrebatiblemente.
El Espíritu Santo es autosuficiente en su ministerio de auxiliador, guía, intercesor ante Cristo, consolador, memorión, santificador y vicario exclusivo de Cristo, y no requiere de una dama de compañía. Cualquier ladrillo palurdo lo comprende.
La Tercera Persona de la Santísima Trinidad no comparte sus tareas y opera sola, sólo dentro de la divina Trinidad.
Glorifiquemos a Dios Espíritu Santo.
Romanos 8:26-27; Juan 14:16; Juan 14:26; 1 Corintios 2:11; Hechos 10:44; Lucas 3:16; Hechos 2:38
NO SEAS CATÓLICO
http://noseascatolico.blogspot.com
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De “Las sotanas de Satán”.
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