El mismo Dios en persona le dio competencia de sobra para ser una madre piadosa, una esposa rebosante, una amante férvida, una predicadora estrenua y una adoradora y ministra efectiva de la Santísima Trinidad. Le dio la clarividencia de toda hembra que es entera. Ella quiso ser una virgen vestal, mano de obra barata, una monja, y ser así mansa y leal con la cercenante Tradición romana, de embrión babilónico e imperialista.
Jueces 11:37-38; 1 Timoteo 2:15; Proverbios 31:10


NO SEAS CATÓLICO
http://noseascatolico.blogspot.com
http://noseascatolico.blogspot.com
De “Las sotanas de Satán”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario