martes, 7 de febrero de 2017

Adecentando locuciones marianas



Démosle la bienvenida al Espíritu Santo que reemplazará total y definitivamente a María, la jubilada, entre los católicos. Atención, donde decía María, ahora dice Espíritu Santo, que es lo que corresponde:

“Espíritu Santo de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.

“Bajo la protección del Espíritu Santo
se acogen los fieles suplicantes
en todos sus peligros y necesidades”.

“Oh Espíritu Santo acuérdate de mí...”.

“Espíritu Santo ven a librar al pueblo
que tropieza y se quiere levantar”.

“Espíritu Santo, ruega a Cristo por nosotros”.

“Espíritu Santo, a Ti suspiramos,
gimiendo y llorando en este valle de lágrimas”.

“Ea, pues, Espíritu Santo, abogado nuestro,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos”.

“Espíritu Santo, bendita sea tu pureza”.

“Nada viene a nosotros excepto
mediante la mediación del Espíritu Santo”.

“Nosotros creemos que nadie más puede,
como puede sólo el Espíritu Santo,
traernos a la dimensión divina y humana del misterio”.

“Soy todo tuyo Espíritu Santo”.

“Espíritu Santo, guíanos al Salvador”.

“A Jesús mediante el Espíritu Santo”.

A Dios Espíritu Santo le sobran atributos, talento, contactos, sensibilidad, poder y ternura para reemplazar y desplazar a María y a los santos en absolutamente toda intercesión, por siempre. Nadie se opone a esta obviedad evangélica. El Espíritu Santo influye poderosamente sobre el Hijo y el Hijo influye poderosamente sobre el Padre. Postrémonos delante de la Santísima Trinidad. Adoremos y arrodillémonos ante ese Espíritu Santo que es el único y suficiente Mediador del Mediador ante el Padre y cochero de los sinceros buscadores de la verdad.

Ave Espíritu Santo. Ave Espíritu Santo. Ave Espíritu Santo.

Romanos 8:14; Romanos 8:26-27; Juan 14:16; Juan 16:4-15; 1 Corintios 2:10; 1 Crónicas 29:11-13 ; Efesios 3:12


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De “Las sotanas de Satán”.



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