martes, 7 de febrero de 2017

Las espinas del camino ancho


Como todo Pontífice protocolar, Pío XII no se entrevistaba con las divorciadas, por ser indignas perennes, abyectas. Hizo la vista gorda con la masacre de Auschwitz y el cariño aéreo italiano a los etíopes. Les dio su bendición apostólica a los aviones, enternecido. Los vicarios no se emborronan en temas morales. Juan Pablo II no se entrevistó con la legítima esposa del Presidente, por ser una divorciada. Y vimos sentado a la diestra del santo padre a un despreciable cardenal de Boston que no fue dado de baja ahí mismo ni recluido, por sus espeluznantes encubrimientos a los pederastas. La custodia de facinerosos es el riñón de la Tradición. Los vicarios no expenderían señales morales desconcertantes, siniestras o ímprobas.

Mateo 23:24; Mateo 23:8


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De “Las sotanas de Satán”.

1 comentario:

  1. Y pensar que hay tantos ignorantes que te hacen caso, la labor de proselitismo denigrando a otras instituciones o personas carecen de fundamento, ojalá hablaras de las virtudes de lo que dices ser tu religión y no de los defectos de los demás "quien juzga juzga la ley y entonces no la cumple, porque legislador sólo hay uno ¿y tú quien eres para juzgar a tu hermano?

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