martes, 7 de febrero de 2017

Bula sabatina del papa Juan XXII



María baja todos los sábados al purgatorio a llevarse a los carmelitas que fallecieron portando en sí y en su corazón fielmente el escapulario del Carmen o su medalla sustituta. Aquí la misericordia y la equidad a María se le terminan, porque a todos los demás internos del purgatorio los deja llorando cruelmente pegados a la reja, cada maldito sábado. Los otros sacramentados se sienten humillados y no comprenden tanta desidia de la Madre. Purgantes le encienden neumáticos de protesta ¿Por qué no vacia el purgatorio de una buena vez? ¿de cuánto amor requerirá para este cometido? Algunos llevan diez siglos purgando sus pecados y aún no acceden al monte de la vida eterna. Si en el escapulario habitan las indulgencias y el edén, ¿por qué no podar lo sobrante y tramitador? Si una indulgencia plenaria en el día del Carmen arregla las dificultades de los angustiados, ¿para qué sirven la misa por los difuntos, las penitencias y los otros tantos lardos? Un carmelita imprevisor extravió su escapulario horas antes de cerrar sus dubitativos ojos.

1 Tesalonicenses 1:10; Oseas 13:14


Resultado de imagen para 1 tesalonicenses 1 10
Imagen relacionada

Resultado de imagen para fuera de mi no hay quien salve biblia


De “Las sotanas de Satán”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario