martes, 7 de febrero de 2017

De los libros apócrifos o deuterocanónicos



I

Al pueblo judío le fue confiado el Antiguo Testamento y ellos no canonizaron ningún libro apócrifo; Jesús no los menciona, los apóstoles tampoco.
Casi todos los libros del Antiguo Testamento son citados en el Nuevo. De los deuterocanónicos no se dice y ni se insinúa nada en la Biblia.
Muchos papas de la iglesia y Gregorio el Grande nunca consideraron estos libros como palabra de Dios. Los apócrifos no se presentan en sí como inspirados.
Antes del nacimiento de Jesús el Antiguo Testamento ya estaba canonizado por el pueblo elegido del Señor. Sólo el papado ve inspiración en estos libros piratas.

Romanos 3:1-2; Deuteronomio 4:2; Proverbios 30:5-6; Salmo 119:101-105.

II

Macabeos se autodenomina totalmente humano y no desestima el suicidio. El objetivo del Eclesiástico es ser pedagógico e impugna la misericordia. Tobit apoya la curandería y la brujería. En la Sabiduría el mundo fue creado de la materia profanando la torá y Judit justifica la mentira, la yema del obispado de Roma.
El concilio de Laodicea prohibió leer los apócrifos por mugrosos y San Jerónimo se los tragó con aceite hirviendo. Si usted en este momento está creyendo que los repugnantes deuterocanónicos para la iglesia católica están inspirados, la respuesta es un sí casi rotundo. Esta es la colmena del purgatorio pullista, de la oración por los difuntos desplazados, del paganismo alambicado y cancroideo, de la depreciación de la nueva alianza.

2 Macabeos 15:37-38; Tobit 8:1-3; Tobit 6:4-9; 2 Macabeos 14:41-42; Sabiduría 11:17; Judit 9:13; Eclesiástico 12:6-7



Resultado de imagen para los libros apocrifos no son inspirados por dios
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De “Las sotanas de Satán”.



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