domingo, 5 de febrero de 2017

La batalla campal de un iluminado


I

Es descomedido el fundamentalista espectáculo de observar a un católico luchando contra los tifones para tratar de divorciarse, a como dé lugar. El bautizado se pone tan testarudo que se olvida del nombre de la mamá de Jesús y niega la resurrección si así la desesperante situación lo amerita. Usa preservativos por cestas y maldice con alborozo todo lo que le incomoda de su santa iglesia y saluda lloroso al papa con un pañuelo benefactor que mueve de lado a lado con el beneplácito y animación del enflautado redondel vaticano. Le musita al purpurado que se inserte la excomunión por donde le quepa, con vocablos no pulimentados y aguarda la semana santa hospedándose en los brazos de la imagen de la Virgen de los Remedios.

Salmo 4:4

II

Jamás una divorciada militará en una orden religiosa, por millonaria que esta sea. Esto es casi imposible. Si el sumo Pontífice se enterara de un sacrilegio como éste, ahorcaría a toda la orden con la cuerda de un piano. El vicario se emputece cuando los curas mensuran el patrimonio ajeno.

Santiago 5:3

III

Y la princesa le preguntó sin rodeos al papa: ¿cuánto vale mi divorcio? En una telaraña de tretas jurídicas, éticas y comunicacionales, le concedieron el piadoso sacramento del divorcio. Los sopistas se casarán por segunda vez, en las sagas del purgatorio.

Proverbios 15:27



Resultado de imagen para santiago 5 3

Resultado de imagen para proverbios 15 27



De “Las sotanas de Satán”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario