La indulgencia es la remisión de los pecados ya perdonados, de sus penas temporales. Es un golpe vitamínico al débil sacramento del perdón. Fue absuelto y quedó igual, sin un acceso perpendicular a la corte celestial. El perdón a medias es un pitorreo y el comburente purgatorio les da aliento.
Disminuyeron drásticamente la chacota restringiendo las indulgencias plenarias. De lo contrario, la Penitencia y los otros aseos serían chatarra.
¿Qué vale más para los que han partido? ¿una indulgencia o una misa por los difuntos? ¿cuál clasifica en segundo lugar? Con su supremacía, la indulgencia plenaria solitaria pone celosa a la Penitencia, a la misa y al embeleco. ¿La Penitencia sin una indulgencia es una broza, un abalorio? ¿cuál de las dos sobrevive sola?¿cuál es prescindible? ¿qué pellejo aguantaría una salvación de etapas largas, enrevesada, inconclusa y fulera?
El perdón del Redentor es acabado y fulminante y el nuevo pacto no es un funcionario.
Romanos 10:9; 1 Juan 2:25; Isaías 43:25
NO SEAS CATÓLICO
http://noseascatolico.blogspot.com
http://noseascatolico.blogspot.com
De “Las sotanas de Satán”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario