Se emborracha todas las semanas y cada vez que sale del confesionario su sed y alcoholismo aumentan notablemente. El sacramento del perdón y la Comunión, más todos sus detergentes y aditivos, garantizan sin contrapelos ni paradojas, que el vicioso va a continuar atrapado en su perversión. En Alcohólicos Anónimos hay más poder y sanidades. El septenario sacramental es un nuncio proficuo de Luzbel.
Romanos 8:11; Isaías 1:18; 1Juan 1:7
NO SEAS CATÓLICO
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De “Las sotanas de Satán”.
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