El muerto se purificaría por un breve tiempo en el purgatorio y accedería al paraíso. Si en el otro lado existe el tiempo al nonagenario Dios le crece la barba blanca según el andar del reloj del más allá. El tiempo no existe, el purgatorio no concurre, sólo una eternidad blanca o una azabache llameante.
Salmo 45:6; Hebreos 9:27
NO SEAS CATÓLICO
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De “Las sotanas de Satán”.
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